Otra vez Guayaquil….
Me gusta mucho caminar por el centro de la ciudad, tiene tanta vida y energía. Cuando vivía allá, me encantaba recorrer por la Ave. 9 de Octubre muy temprano, como a las 8:30 de la mañana, hora en que empezaban los Bancos y negocios del área a abrir sus puertas, me gustaba mirar a la gente caminar apresuradamente, el sol intensificándose y así empezaba día a día “El Despertar de Una Ciudad”.
Las bancas de la plazoleta que rodea la Iglesia San Francisco, se iban llenado de jubilados leyendo “El Universo” y de re-ojo mirando a la gente pasar y sus alrededores.
Poco a poco iban llegando los “canillitas” ofreciendo “los guachitos” y la esperanza de ser el próximo ganador y muchas palomas revoloteando por todo lado.
Los Otavaleños empezaban a exponer sus tejidos a lo largo de una de las paredes laterales de la Iglesia.
Todo este ambiente rodea la Iglesia San Francisco, ésta Iglesia siempre me ha fascinado, tiene su encanto, una fachada preciosa…. con dos torres y su cúpula principal es tan hermosa, y con la iluminación de la noche te hacen sentir que realmente seres angelicales habitan en ella.
Me gusta mucho caminar por el centro de la ciudad, tiene tanta vida y energía. Cuando vivía allá, me encantaba recorrer por la Ave. 9 de Octubre muy temprano, como a las 8:30 de la mañana, hora en que empezaban los Bancos y negocios del área a abrir sus puertas, me gustaba mirar a la gente caminar apresuradamente, el sol intensificándose y así empezaba día a día “El Despertar de Una Ciudad”.
Las bancas de la plazoleta que rodea la Iglesia San Francisco, se iban llenado de jubilados leyendo “El Universo” y de re-ojo mirando a la gente pasar y sus alrededores.
Poco a poco iban llegando los “canillitas” ofreciendo “los guachitos” y la esperanza de ser el próximo ganador y muchas palomas revoloteando por todo lado.
Los Otavaleños empezaban a exponer sus tejidos a lo largo de una de las paredes laterales de la Iglesia.
Todo este ambiente rodea la Iglesia San Francisco, ésta Iglesia siempre me ha fascinado, tiene su encanto, una fachada preciosa…. con dos torres y su cúpula principal es tan hermosa, y con la iluminación de la noche te hacen sentir que realmente seres angelicales habitan en ella.
Está ubicada en el corazón de Guayaquil, en el sector financiero del centro de la ciudad, una gran pileta y una plazoleta al pie de su entrada y los altos edificios que son como sus guardianes, la esconden un poco, dándole un contraste tan especial y a pocas cuadras del Malecon......
Siempre la Iglesia, con ese toque de melancolía, con todos los vendedores de velas, escapularios, rosarios, estampitas y devocionarios en sus portones; Es el sitio donde los fieles van a agradecer por los favores recibidos y pedir orientación, sabiduría, protección, ayuda y paz a San Francisco.
En su interior, encuentras la paz que buscas, tiene largos corredores a los lados, hermosas pinturas en su interior y tu mirada no cesa de ver tanto pan de oro, y cada detalle del Altar, pues esta Iglesia fue construida a inicios del Siglo XIX.
En Enero que la visité, lo que a mi más me sorprendió…..era el medio día y la Iglesia estaba tan concurrida de feligreses, participando de la Misa, entregando sus problemas y descargando sus agobiadas almas al Señor.
No pude evitarlos….lloré…..lloré…y…. lloré porque estaba en ese lugar de mi querida ciudad natal, lloré porque sentía la energía de la gente y lloré…. porque así lo sentía, me sentí una con el momento…….
Maggy
Maggy
muy lindo esto Mary, un abrazo
ReplyDeleteMartha