Thursday, March 31, 2016

Key West, (Cayo Hueso)


Todavía siento el sol en mi piel…. Hemos regresado de disfrutar unos días de intenso calor en esa punta extrema en la Florida, que se llama Key West y en cubano “Cayo Hueso”.


Había escuchado comentarios de la gente, que era un sitio muy bonito, que eran unas islitas unidas por puentes, la verdad siempre tuve curiosidad de ir a los “Cayos” y ahora que disponíamos de unos días para vacaciones le dije a Alonso: vámonos para “Los Cayos” que quiero conocer por allá.

Desde que vas llegando y empiezas a ver los puentes te va creando una expectativa por ver más y más y llegar al “cayo” de tu destino.

Finalmente llegamos a la punta final, donde 90 millas más allá está Cuba, y como dicen… Cuba está más cerca que el “Walmart” más cercano.


Calles adornadas con hermosas casas estilo victoriano, que es de gente que vive allí o son B&B, pequeños hoteles, es una isla totalmente turística y precios muy elevados.

Puedes recorrer la isla de extremo a extremo caminando como entre 45 minutos a 1 hora, el movimiento se desarrolla a lo largo de la calle “Duval” llena de hotelitos, bares, restaurantes, cafés, galerías, tiendas de souvenirs, tiendas de lo que quieras, batidos, agua de coco, bar de vinos, bar de ostras… lo que quieras… está allí.

Yo disfruté mucho coco…. Tomaba por lo menos dos cocos al día! Por supuesto, también está la sirenita verde… “Starbucks” no podía faltar!


Sitios históricos que visitar, museos, monumentos….

Uno de los sitios que yo quería visitar, la casa de “Hemingway” y me gustó mucho recorrerla, ver sus habitaciones, su máquina de escribir, sus libros, sus fotos. Me lo imaginaba a él en su constante celebración de la vida, escritos, amigos, mujeres y bares. (Irónico que se suicidó)

Mientras caminaba por su casa, trataba de imaginar cómo sería el genio de “El viejo y el Mar” que por primera vez escuche el relato de ese libro de boca de mi padre.

Dice el guía, que este era el bar donde Hemingway farreaba y pasaba muchas horas “Sloppy Joe’s”


El bar tiene una pared completa dedicada a fotos de Hemingway y otro “atractivo” de este bar que es las damas, salían de allí sin su brassier, lo dejaban colgado de recuerdo. Además tiene un inmenso árbol en el centro que sale por el techo.

El faro que “Pauline” la segunda esposa de Hemingway mando a construir para que él pueda ubicar la casa cuando regresaba del bar.

Ernest and Pauline vivieron algunos años en Key West, hasta que él se fue de allí…. Dejando a “Pauline”



Bueno… muchas historias que contar sobre “Key West”, lo importante es que me divertí, pase de lo lindo de la mano de mi compañero de vida, tomé mucha agua de coco, grandes caminatas, un paraíso… para mí un pequeño lugar que siempre recordare, lo exploré en un tiempo preciso en mi vida que necesitaba de un cambio a mi rutina de trabajo.


No puede dejar de comentar sobre el key lime pie, por supuesto que tenia que probarlo y no solo lo probé, lo re-probé en todos los sitios que me llamaba la atención, todos dicen que venden el mejor, todos son ricos unos menos dulces que otros, cada uno tiene su toque… muy ricos.

Volveré? Quien sabe… probablemente en algunos años, pero hay tanto sito en este mundo para explorar, que a veces hay lugares a los que no se regresa sino después de mucho tiempo.

Pero en su momento, para mí,  fue un sitio mágico. (Para mí, un sitio se convierte en mágico cuando al cerrar mis ojos, mi mente me  transporta allá y me da  serenidad y paz y eso me sigue pasando con “Key West”

Atardeceres tan bellos, con una caída de sol, que me invitaba a estar en paz conmigo mismo y estar tan agradecida con la vida.

Y aqui termina la carretera 1.. de aqui.. al mar!

María Elena
Maggy


Estas son notas divertidas de mi Aventura por “Key West”.



Bueno… necesitaba vacacionar, relajarme… desconectarme, ordenes médicas, “tuve un sourmenage” que me ha hecho poner todo en perspectiva y darle más tiempo a lo que realmente es importante, la salud, el amor hacia mí misma, hacia mis seres queridos, re-encontrarme con mi yo, con mi niña interior a quien tenía abandonada, encontrar mi paz interior, que se manifieste en lo exterior.


Pues.. Alonso, mi eterno novio, mi esposo, hizo todo lo posible porque fuera un  divertido y relajante escape del trabajo y stress de la vida cotidiana.

Con una amplia sonrisa, me dijo en esto llegaremos a los “Cayos”… alquiló un convertible rojo y así fuimos disfrutando del panorama, del viento, del sol, de la luna y las estrellas.



El agua de coco es tan rica y saludable, aunque un poco caro… $5 cada coco! (lo pagamos porque estábamos de vacaciones!)


Probar el famoso “key lime pie”, fue un deleite! No me pude decidir quien vende e l mejor, hay para todo gusto, más dulce, menos dulce, más ácido etc etc.


Al alejarnos de la parte turística pude ver a estas dos mujeres llevando sobre sus cabezas sus compras, me gustó ver ese dominio del balance que llevan sobre sus cabezas.


Esta imagen fue como un click y retroceder en el tiempo, a mi infancia, cuando vivíamos en General Villamil Playas, (Ecuador) y había un rompeolas, del que mis padres se tiraban, y nos dejaban a mi hermana  y a mí, sentaditas allí 


esperando por ellos y fue así… esas palmeras, el sol, las olas reventando en ese trozo de cemento me llevaron a ver a mis padres jóvenes y disfrutando del mar… fue igual, fue un dejavu… o así lo grabo mi mente infantil.


Comidas… muy rico, pescado fresco, y la vista muy placentera, en la bahía.


Recomiendo este sitio para desayuno, quedaba cerca de nuestro hotel.

las gorritas, recuerdo de otro viaje... volaron con los vientos del Atlantico!

Diversión en el mar!!! A toda velocidad!! Casi dos horas de adrenalina pura…en jet sky por cerca de dos horas, dándole la vuelta al “Cayo” pasando de las tranquilas aguas del “Golfo de México” a las movidas aguas del “Atlántico”… yo agarrada con mis unas y toda mi fuerza de mi piloto, esperando no caerme en el océano!
 
En una de las caminatas por la noche vimos a este personaje en la vitrina...


Peligro, peligro, peligro
 
taffys, tes y recuerdos

los troly que recorren la isla
sin palabras!!
la felicidad de compartir una caida de sol


 allí o son B&B, pequeños hoteles, es una isla totalmente turística y precios

my comun verlos caminando por las calles, son un simbolo de valentia

 
comida para todo gusto

hasta la proxima aventura!