Tuesday, June 28, 2016

Salar de Uyuni, Bolivia



Un besito a la llama en el salar de Uyuni
Otro de los sitios que deseábamos visitar, es el salar de Uyuni en Bolivia.

Ya habíamos llegado a Bolivia, y vivido la emoción de ver el lago Titicaca, ese lago tan conocido en los libros de  la escuela…. 
Finalmente lo había visto, fue muy impresionante la entrada a Bolivia y verlo…. “Un océano en la montaña”, como dicen ellos, (los bolivianos) muy orgullosos de su lago.

Bueno… viajamos toda la noche en bus desde La Paz a Uyuni, fueron aproximadamente 10 horas en bus, un poco incómodos, se reclinan bastante, tipo cama, pero un poco incómodo en la parte de las piernas, tienen servicio de cena y desayuno.

Al llegar por la mañana, nos estaba esperando alguien de la agencia de viajes, fuimos a desayunar, a “Jardines de Uyuni” lo mejorcito del barrio, es tipo buffet, excelente servicio, el sitio muy bonito, lo recomiendo para quien este en Uyuni y además tiene wifi gratis!

Luego, fuimos a la agencia a esperar por el guía-chofer y transporte que nos llevaría al tan esperado “salar”.

Llego nuestro carro, para este viaje tienes que llevar solo lo más necesario que vayas a utilizar en estos 3 días que dura la visita al salar, pues estaremos viajando por el desierto cargados de nuestros alimentos, agua y mochilas en el techo del carro, los únicos que tienen la capacidad de correr por esas planicies son los 4x4 y vamos 6  "turistas” por carro. Una pareja, el francés, ella española, Daniela (una chica argentina, que planea recorrer Sudamérica por dos años en una gira gastronómica, para luego regresar y poner su propio sito en “Neuquén”) Alonso, Matt y yo.


Nuestro transporte durante 3 días.

Empezamos nuestra aventura…. Primera parada el “cementerio de trenes”.

Seguimos nuestro recorrido, no toilettes por algunas horas, (un poco restringida la toma de agua). 
Finalmente llegamos a esas grandes  planicies de sal, con unas formas octagonales juntas entre sí por unas “costuras de sal”.


Una planicie blanca que la vista no alcanza a mirar… nos bajamos muy emocionados y empezamos nuestra caminata y sesión de fotos, el único inconveniente… viento y frio, una mezcla de placer y tortura… yo tenía 6 capas de ropa y así estaba que tiritaba, no pudimos tener el efecto de espejo para las fotos, solo se da en época de lluvia y esta temporada es seca por allí.


Nuestro guía nos llamó para la comida, en un albergue donde paramos todos los “turistas” para comer, usar los baños, por 2 bolivianos, descansar y estirar las piernas.


El albergue, fue en una época un hotel de sal, pero debido a la falta de infraestructura, quedo solo como albergue de paso. Su estructura es de bloques de sal juntos entre sí con sal petrificada.


 Nuestra comida estos días era mayormente quínoa con algún tipo 



de proteína, todo estuvo muy bien, teniendo en cuenta lo básico del desierto, inmensa planicie totalmente desierta a no ser de nosotros “los visitantes”… deja volar tu imaginación para muchas cosas que pueden pasar allí en esas tierras donde por horas solo van el carro donde vas tú.

Allí perdimos a la pareja francés-española, desafortunadamente él se sentía muy mal y no paraba de vomitar durante el almuerzo (si… durante el almuerzo, allí en nuestra mesa) hubo que esperar que venga un carro a recogerlos y llevarlos de regreso al pueblo. Después nos enteramos que el mejoro e iban a volver a intentar llegar al “salar”.

Quedamos 4 en el recorrido de allí en adelante y la verdad, fuimos un buen grupo.


Esta blanca extensión se  presta para jugar y dejar volar la imaginación con las fotos para distancia y perspectiva. Cada uno de nosotros queríamos lucirnos como fotógrafos, fue muy divertido a pesar del frio y viento.



Primera noche en el Salar de Uyuni, fría, alojamiento muy básico. 

Demasiado frio para tomar un baño, no hay calefacción, no hay agua caliente, cabañitas individuales de adobe y paja.

En esa ocuridad caminamos del comedor a la cabana, dormitorio, nos tomo tanto trabajao dar con la cerradura!



Nunca antes vi una noche mas oscura, que esa noche en el desierto y nunca antes vi tantas estrellas. No pude tomar fotos, la camara se quedo sin baterias.
Parece un ejercito, son corales fosificados, fue un lago en una era.
 Muy temprano en la mañana salimos a seguir recorriendo el salar, esta vez visitamos “laguna colorada” donde habitan flamingos, linda vista, pero un fuerte olor a azufre.



El camino levantaba una nube de polvo que a veces se nos metía en el carro y era un poco asfixiante, igualmente…. Solo nuestro carro en esos caminos desolados, parada para usar como baño… la naturaleza.

Otra parada fue laguna verde, y otra fue laguna “Hedionda” su nombre no necesita explicación, pero paisajes que te dejan sin aliento!

Segunda noche en “el salar de Uyuni”, igualmente después de haber estado todo el día recorriendo el desierto, llegamos agotados, este albergue fue mucho más básico, en el medio de la nada, una construcción de bloques de cemento, entrabas y había un comedor con 4 mesas de 6 sillas cada una para que cada grupo se siente junto a comer.

Seguías por un corredor con puertas que llevaban a las habitaciones donde había 6 camas, para que cada grupo duerma junto.
Esta noche fue más fría que la anterior, el albergue más frio y más básico, no calefacción, no agua caliente o pagas pero caminas una milla en un sitio donde te venden agua caliente… olvídalo… segundo día sin bañarnos. 


Dormimos con los abrigos puestos y sobre las camas hechas de bloques de cemento con colchonetas encima, pusimos nuestros sleeping bags, pero ni así…. Nunca en mi vida había soportado tanto frio… ya quería que amaneciera para poder subirme al carro con  calefacción. 
Esa noche si pensé por que no escogí un resort de esos en el Caribe, que tienen todo incluido?



Salimos a las 4:45 de la mañana para poder llegar a los “Geiser” antes de la salida del sol.

Llegamos al cráter del volcán  5,300 metros, caminaba despacio… a tanta altura no quería sentirme mal.

Y además teníamos que caminar con mucho cuidado por los vapores, que salen del volcán, no se veía, en la oscuridad de la manana y podíamos resbalar y caer en la “magma”


Seguimos recorriendo por el desierto, encontramos el árbol de piedra.


El valle de Dalí, en Bolivia


Formaciones pétreas naturales, talladas por el viento y el tiempo.

Naturaleza en todo su esplendor… animalitos del desierto.



Que pensé cuando llegue a ese sitio y recorrí el volcán? 
si para ver esta belleza, tuve que pasar esa “noche oscura” sin pensarlo dos veces lo volvería a hacer.



María Elena Orellana
Maggy




Thursday, June 23, 2016

Conquisté MACHUPICCHU


Lo logré !!!

Llegué, subí y conquiste MachuPicchu, estaba en nuestra lista de aventuras por hacer desde hace algunos años, en realidad, Alonso es quien más insistía en ir por esas tierras, a mi si me atraía, pero me atemorizaba un poco enfrentarme a la altura y al reto de subir a la cima.


Pero se dio, y todo fue perfecto, fue más allá de mis expectativas, lo que pensaba de cómo era la montaña, la energía de estar allí…. Se queda corto lo que la gente te cuenta o las fotos que ves, lo que cuenta es como cada uno lo vive, y la experiencia personal de ti, tu reto, tu cuerpo y la montaña, para mí fue un logro, una victoria personal, de la que me siento muy orgullosa y  feliz, estar arriba en la cima, ver MachuPicchu con tus propios ojos y estar a su altura, me llenó de una satisfacción indescriptible, ese verdor de la montaña, las nubes que la cubren temprano en la mañana, cada paso que te acerca a la cumbre, cada hondo respiro, cada falta de aire, cada descanso, cada sorbo de agua en tu garganta seca, cada paso te acerca a la meta.


Ahora, cuando  cierro mis ojos antes de dormirme, traigo a mi mente esa montaña y pienso estuve allí, lo logré y una sonrisa invade mi rostro y se me escapa un suspiro.



Como lo hicieron? MachuPicchu era un lugar privilegiado donde vivía una “clase superior” gente joven y bien preparada, una  clase selecta, está compuesta por terrazas, y es un sitio visitado por muchos, permiten 4,000 turistas diarios, la línea para tomar el autobús que nos lleva al pie de la montaña, se empieza a formar desde las 4 de la mañana, es que todos queremos estar tempranito en la montaña para ver el amanecer, que hermoso es ver entrar el sol en la montaña.


Nuestro guía un nativo de allí, derramaba por cada poro de su piel,  orgullo por su tierra, una persona muy especial, respetuosa de las tradiciones de sus antepasados, de la madre tierra (Pacha mama) y de la naturaleza en general.

Las graciosas llamas que pertenecen a MachuPicchu se roban la atención de los turistas, y todos tratamos de tocarlas y retratarnos con ellas. Algunos más osados como Alonso, compartieron su snack con ellas. Fue muy divertido que le agarró la manzana y pude capturar ese gracioso momento en una foto.

No voy a entrar en detalles de la descripción arqueológica de MachuPicchu, este escrito es para compartir lo que yo sentí, ese triunfo  mío, tan personal de haber “sobrevivido MachuPicchu”
El tren te permite ir mirando el maravilloso paisaje

El día anterior, partimos de  “Cuzco” hacia “Ollantaytambo”, la estación de donde sale el tren hacia “Aguas Calientes”, la población que queda en las faldas de “MachuPicchu”. Nos hospedamos en el hotel “La Cabaña”, muy cómodo y les dices la noche anterior que vas a salir muy temprano y te dejan tu desayuno listo con tu nombre en una bolsa de papel y te lo puedes comer en el camino.


 
De la estación de tren, la única en “Aguas Calientes” es una caminata de 10 minutos más o menos hasta el hotel, subiendo calles, recuerdo que llegué al hotel tan cansada, que me preguntaba a mí misma un poco atemorizada. Como voy a subir la montaña mañana, si para llegar al hotel ya estoy cansada subiendo tanta cuesta?

Tengo un escrito dedicado a “Aguas Calientes”, este pueblito tiene su propio encanto, no hay carros, todo se hace caminando, los únicos carros que circulan son los buses que llevan a los visitantes de la montaña camino arriba, camino abajo, desde las 5 am hora en que empieza el peregrinaje hacia la montaña por esos caminitos culebreros bordeando abismos y que te van entrando en las entrañas de la montaña.

Hay personas, las que están en excelente estado físico, o se han venido preparando para esto, deciden hacer la entrada a la montaña a pie, se demoran como 3 o 4 días y toman la ruta “el camino del Inca”


En ese momento, ya iba yo muy emocionada, pensando que dentro de poco al fin iba a estar allí, ver con mis propios ojos al fin esa imagen que hemos visto miles de veces en revistas, periódicos, internet y libros de estudio.

Gracias a Dios, gracias a la vida por este momento en esa montaña mágica.


Repito, lo que te cuenta la gente, se queda corto… es algo que sientes y no encuentras las palabras para describirlo, solo lo puedes sentir dentro de ti.

Me susurraro al oido un secreto milenario!

Algo se detonó dentro o despertó dentro de mí, y no bajé de esa montaña, siendo la misma persona que la subió.

María Elena Orellana
Maggy