No en vano, la gente buscaba al señor que trabaja en la Empresa Eléctrica, para que le ayude a resolver sus problemas.
Don Lucio, hombre muy culto y de mente brillante…un poco adelantado para su época, trabajador incansable y de profunda fe cristiana.
Recuerdo su timbre de voz…. Siempre la admiré, una voz tan educada, con el tono tan acertado de acuerdo a la ocasión, voz de locutor….
Amante de la buena mesa, un paladar muy exigente.
¡Cuanto disfrutaba los buenos quesos, las buenas carnes y el buen vino!
Los tallarines y el cordero uno de sus platos favoritos, ah! Se me iba olvidando, el arroz con menestra… ahogado en aceite de oliva…. y por supuesto toda comida tenía que terminar con un dulcecito, ya sea helado o higos con queso.
Y si algo no te gustaba…. Todo un caballero… te lo comías en silencio, lo único que hacías era… no piropear el plato, solo agradecer por la comida.
Fiel guardián de los sueños de mi mami, todos a hacer silencio y no pasarle llamadas mientras ella tomaba su siesta.
Y se alegraba mucho cuando ella soltaba sus "risas cascabeleras" como el llamaba, a las carcajadas de mi madre.
Siempre tuviste algo que contarnos, una historia que transmitirnos, todo lo sacabas de los libros… por ellos conociste el mundo, recuerdo aquellas caminatas al barrio Las Peñas, en aquella época, no eran el centro turístico que son ahora, íbamos a recorrer las exposiciones de arte los “25 de Julio”, caminando hasta la cervecería, y nos ibas narrando las estampas de Guayaquil, mientras recorríamos la empedrada callecita Numa Pompilio Llona, nombre que siempre me pareció tan poético.
Siempre tratando de compartir tus conocimientos con nosotros….
Nos hablaste del Dr. Carbo Noboa, su aporte a Guayaquil y sus recorridos en un antiguo carro Ford, que fue toda una leyenda de la ciudad.
En Playas |
Estos y muchísimos mas recuerdos tengo de ti… nuestra etapa en Playas (pequena poblacion en la costa ecuatoriana)….horas y horas entre mar y arena, lanzándote por el rompe-olas…el trabajo en el Hotel Humboldt caritas pintadas al despertar de la siesta…la historia de los 3 langostinos que con el pasar de los años, iban aumentando su tamaño, a comer ostiones recién sacaditas y con bastante limón…y en Guayaquil…las tardes de bicicleta, de patines, extenuantes caminatas hasta el aeropuerto para ver aterrizar y despegar los aviones, mientras nos narrabas tus anécdotas como despachador de vuelo de PANAGRA, con Lucia a compartir libros y poesías, con Patricio, a elevar cometas, …vino la etapa de las horas interminables de los juegos de ajedrez y de adultos…. A compartir temas literarios… su pasión… los libros, su equipo EMELEC!!!
Y nos transmitiste ese sentir por el azul eléctrico!!!
Es muy doloroso cuando un ser querido se va, es verdad…. el tiempo mitiga el dolor, y tratas de recordar los buenos momentos compartidos.
El nos dejó su legado de amor….amor a la familia, a los amigos, a los libros, la buena
música, la educación, el valor de la “palabra de honor”, un apretón de mano de caballeros, ser fiel a tus principios, a ser auténtico, respetar tu vida, al prójimo y a ti mismo.
Siempre formas parte de nuestras conversaciones, Papi, te queremos y te extrañamos.
Maggy
Poema a mi padre: