Saturday, May 21, 2011

WILLY

Willy y yo tenemos tantas cosas en común, en nuestra infancia disfrutamos mucho la lectura de  “Platero y yo”, con la diferencia que yo imaginaba a “Platero” y él tuvo a “Platero”.
Su niñez transcurrió en una hermosa casa de campo, al final de la “Nariz del Diablo”, tuvo mucha serranía para recorrer y juguetear con “Platero”, yo crecí en la ciudad.
En la adolescencia, ambos disfrutamos de la lectura de “Don Camilo”, con la diferencia que su personaje preferido fue  “Pepón” y el mío “Don Camilo”.
Willy re-escribió la historia de “Don Camilo” ésta no se desarrollaba en un pueblito italiano, sino, en un pueblito casi llegando a las nubes, al final de la “Nariz del Diablo”, en donde todo le salía bien a Pepón y el “Cristo” era su aliado.
Con Willy aprendí a disfrutar las “Guayusas” en posillo de barro, acompañando las tertulias en aquellas frías noches andinas.
Por las casualidades de la vida creció nuestra amistad, discutíamos autores, películas y tuvimos unas cuantas canciones analizadas, especialmente las de “Pablo”; su preferida, la “del Elegido” y en cuanto a tormentos por amores no correspondidos “Juan Gabriel” su ídolo….
Nuestras charlas no tenían fin, hablábamos hasta de aviones, claro…. Éramos compañeros de trabajo en la aerolínea.
El tiempo se fue volando, como suele suceder cuando trabajas en aviación, nuestras vidas tomaron diferentes rumbos, la amistad se mantuvo a la distancia, con la promesa de que en el re-encuentro nos tomaríamos “aquel vinito argentino” y hariamos el recorrido en tren, subiendo por la nariz del diablo hasta llegar a tu querido Alausi.
Cuando tuviste tu hijo……eras el hombre más feliz del mundo, querías verlo crecer y formarlo como un hombre de bien.
Pero…. La vida tuvo otros planes!!!!!!
Hermosos timbres postales......
Te recuerdo con cariño y alegría, fuiste mi mejor amigo y cuando pienso en ti, te imagino el niño de pelo extremadamente negro y lacio, cubriéndole sus ojos, que recorría las serranías con su burro a lado, porque no hubo niño mas feliz que tú,  o … te recuerdo como aquel ser humano que admiraba los actos heróicos de los que luchan por las causas perdidas.
Willy, amigo mío, siempre vivirás en el recuerdo y el corazón de los que te conocimos.

Maggy

1 comment:

  1. Bella historia y muy triste tambien, casi todos hemos tenido un Willy en nuestras vidas, alguien que nunca olvidaremos, un abrazo
    Martha

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