Sucedió una de estas
noches, recién había regresado de
Guayaquil y la llevaba todavía en la retina, mi mente en complicidad con mi vista y sin los lentes,
me hicieron una jugada, me
transportaron a Guayaquil.
He visto el cerro Santa
Ana de Guayaquil, con la mirada de King Kong!
Sábado por la noche,
salíamos del dinner y hubo un ángulo en que sin mirar, solo de pasar la vista
vislumbre una parte de New York, que me
transportó al cerro Santa Ana en Guayaquil, en la oscuridad las luces de los
edificios me dieron la sensación de ver
dicho cerro, y pensé eso es exactamente lo que le sucedió a King Kong,
aquel gorila que se te mete en el alma y te la roba cuando ve la silueta de los
edificios que le recuerda sus amadas montanas.
Le dije a Alonso, mira
sin mirar, voltea tu cabeza rápidamente, mirando hacia allá y le señale el
ángulo donde debía mirar, esas luces en los edificios en la oscuridad de esta noche no te dan la forma
del cerro Santa Ana, creo que sin querer decepcionarme, el me respondió…. Bueno
más o menos, pero no importa, fue un segundo y yo me ubiqué en el malecón de Guayaquil…. estaba cayendo la noche y
frente a mí las casitas iluminadas del cerro Santa Ana.
La foto no captó lo que
sentí, pero…. Ahi está!
Maggy
Maria Elena
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