Escarbando en mi baúl de recuerdos, me encontré con un papel amarillento
por el tiempo y vino a mi memoria como llegó a mí
esta oración que ahora comparto:
Aterrorizada por una serie de eventos que venían sucediendo en la casa
en la que me hospedaba en Inglaterra, le comenté a una amiga, que esa casa me
daba miedo de noche, todos aquellos extraños e inexplicables hechos, ella me
dijo, no te preocupes, te voy a dar esta oración, rézala con mucha fe, que te
va a proteger de todo mal.
Y es así, como se convirtió en mi “protectora” por mucho tiempo, la cargaba
todo el tiempo conmigo y la rezaba hasta quedarme dormida, y así fue…mis
temores se desvanecieron y deje de escuchar aquellos extraños ruidos y voces e
imágenes que me despertaban.
Me dió mucha alegría encontrarla, me remontó a aquella jovencita que
anotaba día a día sus travesías y sueños en un diario y que deseaba viajar por
el mundo, con alas en sus brazos y pies.
LA MAGNIFICA
“Bendita y alabadas sean las
Hostias que en este día se han consagrado en todas las iglesias, así se aparten
de mi las malas horas, los malos vecinos, las lenguas murmuradoras, ladrones,
hombres asesinos y todos mis enemigos; cualquier desgracia; peste, enfermedad
que por mis pecados estén en contra de mí o de mi familia, por la gracia y
misericordia de Dios, venga un aire y se lo lleve todo a la región del olvido”
Ojala, les sirva en algún momento de esos en los que nos sentimos que el
mal nos acecha, pero después, recuperamos la calma.
(La foto es de una Iglesia y casa
parroquial que me gusta mucho)
María Elena
Dios, aunque invisible a nuestros ojos,
ReplyDeletenos deja señales en todas partes.
Pienso que son dos conceptos opuestos, hablar de "fe" y "amuletos"
Y que tal si le tienes mucha "fe" a tus amuletos.
ReplyDeletePriscila