Saturday, March 8, 2014

Dia de la mujer




Mujeres a quienes realmente admiro?
Madre y hermanas, mujeres que admiro y amo
Algunas, pero no necesito ir muy lejos o pensarlo mucho, me basta mirar a mi alrededor o retroceder un poquito en los años y ver el rostro de aquellas mujeres reales, que en el día a día han sido dignas de mi gran admiración, respeto y amor.

Sobre todo mi madre, un cascabel cuando ríe, inundando nuestro hogar de amor, alegría y ese ímpetu en sus años juveniles.

Mis hermanas, ah.. Mis hermanas!! Lucia, aquel tipo de mujer que traza metas sin fronteras para cumplirlas y con una constancia tan  férrea que allí esta, dando muestras de lo que es realmente el valerse y el saber llegar donde se propone, sin angustias, sin perder la calma con entusiasmo, confianza y buen humor.
Relajantes momentos entre hermanas

Priscy, la bebe que se hizo una mujer de su hogar, madre dedicada, lentamente desplegando sus alas, ingeniosa, de esas personas que iluminan cuando entran a un sitio  y  poseedora de esas mentes que captan las cosas al vuelo, constante en los ejercicios físicos entre otras cualidades que hacen de ella una extraordinaria mujer.

Pero hoy quiero hablar de estas dos mujeres que formaron parte de mi vida y que ya no están con nosotros pero nos dejaron su legado, estas mujeres son mis abuelas (mis abuelitas paterna y materna)

De las dos tengo tantos dulces recuerdos, amorosas, cariñosas, de gran corazón y me hacían reír y siempre pasaba un lindo momento con ellas; ellas hablando de su juventud, de las cosas que en esa época yo las veía como sucesos en otros mundos.

Con el tiempo es que llegas a valorar lo que fueron estas mujeres, forjadoras de familia, de gente de bien.

CELIA MARIA

Como la llamaba Lucio, mi padre.
Abuelita Celia

Conoció de amor y pérdida, enviudó muy joven y tuvo que sacar adelante sus tres hijos, trabajando como enfermera, inculcó a sus hijos amor a Dios, respeto hacia ellos, a la familia.

Tuvo que como el ave fénix que ponerse en pie después de un incendio que acabó con todo incluso con “Minerva” una perrita muy querida por sus hijos, ella sencillamente no quiso abandonar su hogar y se quedó allí.

Mi abuela, entregada a los rezos, con rosario en mano y siempre con la fe de que todo va a ser mejor, dejando los problemas en manos de Dios.

Mi abuelita Celia, fue quien me enseño mis primeros rezos, iba a misa con ella los domingos y todavía repito aquella oración que ella me enseño siendo una pequeña niña, la oración del ángel de la guardia.

El closet de los recuerdos… ese ropero  mágico de donde ella sacaba ricas golosinas, caramelos que jamás he vuelto a comer, juguetitos que nunca más vi, todo lo que salía de ese closet era mágico y especial.

ABUELITA TORIBIA

La madre de mi mamá, una mujer luchadora, sin miedo al trabajo, sacó
Abuelita Toribia y mama
adelante sus hijos, pues también ella enviudó joven y con 9 hijos a cuesta, y sin que ninguno haya tomado el mal camino, hizo de todos ellos gente de bien, hombres de provecho.

Pero este escrito es dedicado a las mujeres… va mi admiración para mis tías también, quienes heredaron el entusiasmo, la perseverancia y la creatividad de mi abuela, no así el arte de la cocina; pero si ese transmitir amor a sus hijos y el mantener la unión en la familia

Aprendió costura, mirando, poseedora de una mente brillante, se la ingeniaba para resolver y aprender, no había cosa difícil para ella, recuerdo muy suya es frase como no lo voy a poder hacer acaso no soy mujer?

Yo recuerdo que ella desarmaba su máquina de coser para limpiarla y le engrasaba el pedal con aceite 3 en 1, (ese es otro de los olores que me hace recordarla, en su tarea de pulir y mantener su máquina de coser)  le cambiaba la banda y siempre mantenía y cuidada su herramienta de trabajado.

Sus comidas…..con sabor a campo y mucho amor, ese  era el ingrediente principal y siempre había un plato de comida para quien llegue a casa, en ella la magia salía de la cocina.

Tortillas de maíz rallado, hechas por mi abuela, las mejores…. Nunca he probado otras como esas, es que hasta un arroz con frijolitos tenía un toque especial.

Humitas, coladitas, dulce de remolacha, de pechiche, en fin…. Manos mágicas en el arte de la cocina.
Un perico similar a Raulito, el de abuelita

Cuando fue envejeciendo le gustaba disfrutar de la compañía de un gato, que no recuerdo su nombre y un periquito que se llamaba Raulito, y así los iba reemplazando cuando morían y siempre tenían unos nombres con personalidad.

Su patio era un sitio de alegría, colores y olores, le gustaba  tender unas toallas y sábanas blanquísimas, las cuales planchaba después y todo era tan pulcro y planchadito en su casa y en ella misma.

Le gustaba sembrar flores y siempre tenía macetas de yerbas para su uso culinario, muy especialmente recuerdo la menta y la yerba buena de sus jardín, que inundaban su patio de esos olores tan ricos, yerba buena recién cortada, la cual usaba para el  aguadito de pollo que le quedaba como a nadie.

Este es un breve resumen de dos grandes mujeres  que influenciaron directa e indirectamente en mi vida y a quienes a mas de amar admiro.

Maggy
María Elena

1 comment: