Solo en la oscuridad de la noche se pueden ver las estrellas. |
Bueno… hoy
es el último día de abril del 2020.
Para mí y
estoy segura para todos, ha sido uno de los meses más raros de nuestra vida.
Raro, oscuro, triste, difícil.
Nos hizo
enfrentarnos a un “bicho” que se llevó por delante media humanidad!, que no
respetó las canas, ni valores, ni fronteras, ni edad ni tiempo.
Vino a
volver patas arriba nuestro mundo; nos
alejó de todo y de todos, pero al mismo tiempo nos acercó a todos.
Hizo que el
mundo al mismo tiempo este junto por una causa común, hay muchas teorías de su
origen no me importa realmente. Lo que me importa es que los míos estén bien,
que nos cuidemos y nos mantengamos a distancia para poder salir juntos de esto.
Nos vino a
cambiar el mundo que conocíamos y nos hizo ver que hay unión, que hay fe y que
cada vez somos más los que doblamos nuestras rodillas y levantamos nuestra mirada
hacia el cielo.
Que cada vez
somos más los que juntamos nuestras manos en oración y como niños pedimos a
Nuestro Padre, que pare este mal, que hemos hecho acto de conciencia y nos
hemos dado cuenta de nuestros erros, mezquindades y pequeñeces.
Hemos tenido
tiempo de mirar en nuestro interior y ver hacia el exterior realmente lo que es
importante en nuestra vida; hemos puesto las cosas en perspectiva, yo puedo
decir por mí… no es tanto lo que necesito en mi vida para aceptar que soy y he
sido muy muy feliz.
He sido
bendecida con unas raíces muy sólidas y profundas que me dieron amor a manos
llenas y confianza, crecí en un hogar con mucho amor, con normas y costumbres
que ahora el mundo está adoptando, “para estar más protegidos”
Lavarnos las
manos en cuanto veníamos de la calle, no quedarnos con la misma ropa, nada que
venga de la calle se pone sobre la mesa. En un sitio público con el mismo papel
que te secas las manos abres la puerta. Las llaves no van allí, desinfecta eso,
airea aquello, limpia tus zapatos, la cartera jamás sobre las mesa… y a limpiar
todo lo que viene del supermercado, porque tú no sabes que se ha paseado sobre
esas latas y fundas.
Gracias
madre por esas costumbres!
Algunos
hemos tenido que trabajar desde casa, otros no han tenido esa opción,
“trabajadores esenciales” han tenido que salir todos los días a pesar de la
pandemia.
Unos trabajan en primera línea como hospitales, farmacias y otros en
silencio como conductores, tiendas, carteros y muy calladitos y sin hacer
ningún ruido “los que en silencio” día a día van a reparar los cajeros y las
registradoras en bancos, en farmacias, en hospitales y “lugares esenciales” que
tampoco han cerrado y están atendiendo durante la pandemia.
“Pandemia”,
una palabra que la escuchamos lejana en la escuela, que pasó en algún lugar.
Pues se hizo “viral” todo el mundo la conoce ahora.
El temor se
apoderó de las personas, llegó a los hogares, a los corazones, temor a perder
la vida, temor a perder a tus seres queridos, temor a la incertidumbre, temor a
perder tu trabajo, temor a salir.
Y así… a
breves rasgos es lo que nos trajo Abril, ya mañana empieza Mayo y como dice el
dicho “Las lluvias de Abril traen las flores de Mayo”. Eso esperamos, que Mayo
nos traiga flores, las flores nos traen, sonrisas, color, fragancia.
Que estas
flores no nos dejen olvidar lo que nos quitó
Abril, atesorarlo porque nos hizo vernos frente a frente con nuestro espejo,
con nuestra alma, con nosotros mismos.
Nos hizo
apreciar lo que tenemos, lo que somos, la soledad y la compañía y el material del
que está hecho nuestro espíritu.
Tomar
consciencia de nuestra fragilidad, de la “Montaña rusa” de emociones, ratos de
llanto incontenible, otros solo melancolía, pero en el fondo y sale despacito
la esperanza… ese pequeño sentimiento que nos hace suspirar, esbozar una
sonrisa y creer que mañana será mejor.
Respetemos
el distanciamiento social, para juntos salir de esto. #quedateencasa. Stay at home.
Les deseo salud, paz y mucho amor.
Les deseo salud, paz y mucho amor.
Maria Elena Orellana
Maggy
( Foto de la noche tomada del internet.)