Sunday, August 30, 2015

LA LUNA DE AGOSTO


La luna ejerce cierta fascinación sobre mí


En estos días hemos podido disfrutar de una hermosa luna llena, comparto algunas fotos.



Los enamorados, los poetas, los artistas, los locos… todos salimos a mirarla y admirarla
Se ha escrito tanto sobre ella, ha sido fiel testigo de encuentros y desencuentros, de amor y desamor, de lágrimas y de risas, noches de frio y noches ardientes, vuelos nocturnos, baños de luna, olores, colores y sabores.


La luna es magia, la luna nos observa, con su luz nos traspasa


La luna quiere ser madre de un niño de piel, (lo dijo Mecano)

Maggy
María Elena

Saturday, August 29, 2015

Acaso no soy Mujer?



Esta frase  me recuerda a mi abuela, ella fue la única persona a la que se la había escuchado, y el otro día bromeando con mi madre y mi prima, a mí se me salió esa frase y nos recordamos de “la abuela” para ella el ser mujer era sinónimo de fortaleza, persistencia, cumplir los propósitos, mujer para ella significaba casi un ser superior, que lo podía lograr todo.

Recuerdo que si alguien le preguntaba si ella podría hacer algo, como reparar una máquina de coser, ella respondía y por qué no lo puedo hacer, acaso no soy mujer?
Ella misma se auto enseñó a coser, cómo? Descociendo y volviendo a coser la pieza, se especializó en pantalón de hombre (tarea nada fácil)

Ella era una mujer muy especial, esas de esa madera antigua, madera de guerrero.
Mi abuela Toribia, fue una gran mujer, muy avanzada para su época, noble de sentimientos, un gran corazón, una mano presta a ayudar a quien necesite y un plato de comida para todo el que aparecía por su casa a la hora de comer. Viuda, sacó adelante sus hijos, amor para todos, amaba las plantas, recuerdo que en su patio siempre tenía colgando de ollas viejas sembríos de plantitas para uso, como menta, yerba buena, le gustaban los periquitos, recuerdo a “Raulito” a quien le enseñó algunas palabras y amaba los gatos… no recuerdo el nombre de su gato, tal vez ese era “Raulito”.

 
Esta foto la tome del internet, pero algo así era el patio de mi abuela, ella de daba uso de maceta a las ollas viejas y recuerdo su patio con cordeles y ropa colgada secándose al sol.

Pero lo que si recuerdo muy bien era el olor de su casa, una casa sencilla pero con  tanto olor a limpieza, sabanas blanquísimas, en una  cama súper bien tendida,  esas camas de fierro antiguo con alta cabecera.

Sus comidas… una delicia, cualquier comida sencilla tenia tanto sabor, ella decía que eran cocinadas con amor y probablemente ese era el toque que le daba ese sabor tan especial a todas sus comidas.

Nunca volví a probar un aguado de gallina (sopa Ecuatorina) como el de ella, hacia también un arroz con “bichunchos” era un tipo de granos, algo así como frijolitos tiernos.

Ni que decir de las tortillas de choclo, recuerdo moliendo ella misma en esos molinillos metálicos que se atornillaban a la mesa, cantidad de choclos desgranados para luego deleitarnos a todos con esas tortillas de choclo  fresco.  



Esta foto la saque del internet, pero este molino es muy similar al que recuerdo que mi abuelita usaba, ella misma se encargaba de limpiarlo, aceitarlo, montarlo, armarlo y desarmarlo.
Esto de moler, era una tarea que a los chicos nos parecía tan divertida, que la abuela, nos dejaba a uno por uno de sus nietos “moler”,  lo cual para nosotros era un juego.

Y en cuanto a dulces, hacia el delicioso dulce de pechiche que impregnaba toda la casa y fuera de ella, de ese dulce aroma.
También hacia un dulce con veteraba, zanahoria canela y azúcar que era una delicia.

También era una experta en “coladitas”, quaker, coladita de harina de plátano, con queso derretido,  chocolate hecho de  la bola de cacao, arroz con leche y chocolate.

Recordar a mi abuela Toribia es recordar su amor y recordarla en la cocina, esa era su manera de demostrarnos su amor.
 

Algunas de mis tías cocinan muy rico, pero ninguna heredó esa magia que abuelita le ponía a su comida. 
Nos dejó muchas enseñanzas, la de tener al voluntad, el deseo y la tenacidad de hacer las cosas bien hechas, y que el hecho de ser mujeres nos da esa fortaleza de poder hacerlo.

Maggy
María Elena

Maggy