Soy Franciscana,.
Que significa eso?
Eso significa que estudie en un colegio Franciscano, regido por
Monjas de esa orden, (San Francisco de Asís, en Guayaquil, Ecuador)
Que seguíamos las enseñanzas del Hermano de Asís y el era nuestro “Role
Model” el ejemplo a seguir día a día.
Cada mañana en los patios de colegio teníamos que formarnos en línea, por aula y escuchar la bienvenida de la Hermana Superiora o la supervisora encargada, cuyos nombres no recuerdo pero si los " apodos" y variaban de "fantasmagórico" a "punto rojo".
La bienvenida mañanera consistía en ponernos al día de los eventos del plantel, los logros de algunas alumnas y no podía faltar todas las faltas que estábamos cometiendo y no se deberían repetir. Y antes de retirarnos a las aulas todas repetíamos la oración de San Francisco de Asís, “La oracion por la paz”.
En esos momentos no nos dábamos cuenta pero al salir de las aulas comprendimos
Que esa oración encierra la esencia de sus enseñanzas, fue tallada en nuestros corazones
Y nos enseñaron una manera de vivir…. Al modo del Santo Varón.
Señor, haced de mi un instrumento de tu paz,
Donde haya odio, ponga yo amor,
Donde haya ofensa, ponga yo perdón
Donde haya discordia, ponga yo armonía
Donde haya error, ponga yo verdad
Donde haya duda, ponga yo la fe
Donde haya desesperación, ponga yo esperanza
Donde haya tinieblas, ponga yo la luz
Donde haya tristeza, ponga yo alegría
OH Maestro, que no me empeñe tanto en
Ser consolado… como en consolar,
En ser comprendido… como en comprender,
En ser amado… como en amar
Porque….
Dando se recibe
Olvidando se encuentra,
Perdonando se es perdonado,
Y muriendo se resucita a la vida eterna.
Amen.
Es una oración tan poderosa, a mi me ha ayudado tanto a volver al redil cuando he estado
Desviando mí camino.
Mis compañeras de colegio, son mis hermanas franciscanas, sin importar la promoción, era un colegio tan pequeño que casi todas nos conocíamos sino por los nombres por las caras o porque las hermanas eran compañeras de Lucia, mi hermana, todas teníamos hermanas o primas en cursos superiores o inferiores y las pequeñas siempre querían estar con las mayores escuchando nuestras conversaciones como ocurría con Priscy mi hermana menor quien siempre estaba con mis amigas y yo en el recreo buscaba a mi hermana mayor y sus amigas!!! éramos una gran familia!!!!!
Algunas, tuvimos la suerte de conocer a “Príncipe” el “Collie” que era dueño de nuestras caricias, siempre alado de Rebequita la señora que ayudaba en todo…. Limpiaba, abría y cerraba puertas, ayudaba con la limpieza de la Iglesia, la decoración de las flores, y sobre todo nos entretenía con sus conversaciones a la hora del recreo, ella fue recogida por las monjas desde pequeña, su vida fue dedicada al convento, en ella había un contraste entre su color de piel y su acento, ahora concluyo que era de Pimampiro.
Pensandolo bien, ella era una mujer de contrastes, su delantal blanco, tan blanco y almidonado casi destellaba sobre su piel negra, tan negra y en aquellos dias de calor extremo y mucha feaena, caminaba con un balanceado de su cuerpo, muy particular en ella, deslizandose descalsa sobre las baldosas, dejando ver sus resquebrajado talones de tanto trapear con "Deja".
Pensandolo bien, ella era una mujer de contrastes, su delantal blanco, tan blanco y almidonado casi destellaba sobre su piel negra, tan negra y en aquellos dias de calor extremo y mucha feaena, caminaba con un balanceado de su cuerpo, muy particular en ella, deslizandose descalsa sobre las baldosas, dejando ver sus resquebrajado talones de tanto trapear con "Deja".
Convento? Si, convento… yo estudie en un convento, no habian muchos en Guayaquil, un colegio donde los padres podían dejar a sus tesoros, sus hijas, confiados que las iban a cuidar, educar, y alimentar.
La primera vez que lo escuche me pareció increíble, habían chicas que vivían en el colegio, tenían sus dormitorios “el internado” dentro del colegio o sea ellas no se iban a su casa después de clase, ellas vivían allí, me parecía tan triste, pero no…. Ellas se divertían y como cualquier chica de esa edad también hacían tus travesuras en el convento, las travesuras sanas de aquella época, llevarse comidas a los dormitorios, después que habían pasado inspección se levantaban a conversar y contarse sus experiencias fuera de aquellas paredes y leer y re-leer a media luz los mensajes escritos por los noviecitos.
Por mi parte, ya en 5tyo y 6to año, cuando no quería ir a Misa, me escondía en el baño parada sobre las tasa del sanitario no veían mis pies y allí me quedaba hasta que termine la Misa, no siempre corría con suerte algunas veces la monja abría las puertas y zas!!!!
Nos encontraba” a las escondidas “y eso si era embarazoso nos llevaban de castigo pararnos en el patio para que todas sepan lo que hicimos, otras veces sencillamente nos mandaban a la iglesia a terminar de escuchar la misa.
Ya en los últimos años de colegio, entablamos amistad con los profesores, los invitamos a nuestras fiestas, pero no por eso lo íbamos a dejar de llamar “Chivo Loco” a uno de nuestros favoritos, quien nos divertía con su sarcasmo y forma irónica de ver la vida.
Salimos del colegio…… ansiosas de enfrentar la vida, de crecer, cuando nos re-encontramos somos las mismas chiquillas franciscanas de aquellas aulas, no paramos de reír y recordar.