May 7,2022
Ahora que estamos en Primavera, es el tiempo en que la
gente empieza a sembrar y trasplantar las plantas.
He adquirido par de plantas nuevas, la joya de la
Corona es la “ficus lyrata” hermosa de
grandes hojas en forma de arpa y una “pony tail” que puse por nombre “despeinada".
Bueno… estoy tratando de ver los cuidados que requiere
tanto ficus lyrata como pony tail, no quiero que se echen a perder deseo que
crezcan grandes y frondosos.
También estoy interesada en plantar un árbol de limón,
he visto algunos videos y veo que hay gente con “huertos urbanos” es que tienen
espacio … tienen tierra, jardines y patios, hay otros que tienen pequeños
jardines y pequeños huertos en interior, bueno… tienen casas o departamentos
grandes, con terrazas o balcones grandes, con suficiente espacio para poner una
maceta muy profunda y tienen un árbol de limón, quiero hacerlo y empezar a
trasplantar en maceta mas grande con la esperanza de ponerlo en tierra en
nuestra casa o en una gran maceta en nuestra terraza.
Vi en YouTube que por medio de “germinar las semillas”
la gente contaba la experiencia con sus plantas.
Esto me trajo a la memoria la linda historia de Alonso
y la “pepa de mango”
Me contó Alonso
que cuando el era “jovencito” y se comió un rico mango en su natal Medellin, de broma en broma, decidió
sembrar la pepa, pasó el tiempo y el se vino aca a EEUU a vivir, siguió pasando
el tiempo y después de muchos años el árbol empezó a dar sus frutos.
La familia de Alonso le contaba que cogían esos ricos
mangos, que el árbol fue muy generoso y abundante.
Alonso viviendo acá no pudo ver ni el árbol ni sus
frutos, solo la hermosa satisfacción de saber que su familia disfrutaba los
frutos del árbol que El un día sembró.
Con el paso de los años los hermanos de Alonso también
vinieron a EEUU y finalmente los padres.
La vieja y enorme casa de 3 patios interiores de
muchas plantas y de 11 cuartos quedó sola, quedó al cuidado de Oscar quien
permaneció allí por algunos años. Oscar es una persona diferente; es un hombre
que se dedicó a estudiar matemáticas y eso es lo que hacia en en ese caserón,
el solo y estudiando números.
Las plantas, los árboles y una gran casa vacía eran su
compañía.
El árbol siguió dando frutos, pero ya no tenia quien
los disfrute, bueno… quien de la familia los disfrute porque Oscar decidió
poner una sábana fuera de la casa con todos los mangos que se producían para
deleite de los vecinos.
Con el paso de los años Oscar también emigró a EEUU y
así la gran casa “la casa del palo” como la llamaban, quedó sola, la casa fue
vendida y las últimas noticias de alguien de la familia que fue a Medellín vio
que la casa fue derrumbada y con ella todos los recuerdos de la gran familia
Agudelo de 11 hermanos y ahora es un edificio de apartamentos.
Lo bonito de esta
historia es los frutos del árbol de mango que su familia disfruto por tantos años, ah! se me escapaba el detalle
que Alonso en alguna ocasión viajó a Medellín antes de que la casa fuera
vendida y pudo probar uno de los mangos que le regaló su árbol.
Maria Elena Orellana
Maggy
Las fotos de los mangos y el árbol son tomadas del internet.