VICTIMAS Y VICTIMARIOS

Para que haya victimas debe haber un verdugo, un victimario!

Yo he sido víctima y todavía, a  veces, a pesar de que  ya conozco esa premisa caigo en el victimismo; no lo noto hasta que lo veo en otra víctima (una victima mía) o una víctima del mundo… una pobre persona a la que la vida azota, la gente ignora, el tiempo olvida y todo lo malo recae sobre ella y todo lo bueno en los demás.

Lo veo y ¿Por qué lo veo?  Y me incomoda?

Lo veo y me molesta porque está dentro de mí…. Todavía. De un lado o del otro lado de la misma línea.

Lo curioso es que cuando se está en el papel de victimario a veces la victima provoca que el victimario se crezca y siga atizando. El uno alimenta al otro.

Gracias a Dios estoy despertando del letargo y voy enfrentando y mirando fijamente a los ojos a mí sombra,  a mi lado oscuro, “a mi yo  víctima” o “a mi yo verdugo”

Que puedo hacer?

Encender la luz… darle luz a mí sombra y así ya no se oculta en la oscuridad.

Reconocerla y sin miedo pero si con firmeza y con amor enfrentarla y mantenerla a raya!

Maria Elena Orellana / Maggy

Minimalista yo?

No sé ni cómo empezar a narrar esto del minimalismo, no quiero tener una etiqueta más en mi vida, lo que deseo es vivir una vida sencilla, mi vida, la vida de mis sueños, despierta.

Vamos a decirle “minimalismo” por llamarlo de una manera. Pues sí, estoy abrazando el “minimalismo”. En este momento de mi vida he empezado a “purgar”. Purgarlo todo, estantes de libros que he leído y ya no pienso leer, no porque no me gusten sino que hay tanto que leer de nuevo y es tan corto el tiempo! Música que ya no me vibra igual y que ya no deseo escuchar, gente que ya no aporta nada a mi vida, que hemos crecido en direcciones distintas.

Ropa que ya no me queda, tal vez me vuelva a quedar o tal vez se vuelva a poner de moda. Es difícil deshacerse de lo que tenemos “por si acaso…” y en esa espera de cuando ocurra el “por si acaso” van acumulando polvo, ocupando espacio en mi pequeño departamento y haciendo tanto ruido visual.

Ruido visual que con el paso del tiempo aguanto cada vez menos!!!

He pasado la vista por encima y he ido dándole nuevos hogares a mis pertenencias que por mucho tiempo algunas y otras no por mucho tiempo fueron mías.

Yo, acumuladora 100%. He sido “María Papelitos”, guardaba servilletas de tal sitio, mensajitos en papalitos, canciones, dibujitos, notitas, cartas, poemas, etc, etc, etc.

Lo que pienses que se puede guardar y coleccionar lo he hecho, estampillas postales bonitas, caracolitos, conchas y piedras de mar, tapas y botellas bonitas, cajas bonitas, lazos, cintas, y fundas de regalo; monedas y billetes, postales, entradas a conciertos, etc etc.

Poco a poco iré purgando mi baúl de recuerdos. Muy por encima me he deshecho de zapatos, carteras, ropa, adornos, y utensilios de cocina que no usaba o que tenía doble. A pesar de que me falta tanto por hacer, he empezado este proceso que pienso estará listo en un año. Es decir para finales de junio del 2019, espero tener el apartamento como lo deseo. Solo con lo que realmente necesito y quiero.

Pensaba que cada cosa que traía de mis viajes, ese recuerdo era un pedacito del viaje que venía conmigo, pero no es así, el viaje completo, la experiencia completa viene conmigo, la viví intensamente y la disfrute. Ahora estoy presente, realmente  presente en cada experiencia, en cada día.

Muy a mi pesar hoy me estoy despidiendo de aquellas bolsitas de azúcar que me parecían lindas por su color y mensaje y el recuerdo de un café en Londres, Paris, Viena, Patagonia, Venecia, Praga, Florencia, Buenos Aires, Toronto, etc. etc.

Ese café me lo tomé y lo disfrute! No necesito la bolsita del azúcar para traerlo a mi mente.

Les he tomado foto y las dejo plasmadas aquí en el blog, cuando desee ver las bolsitas de azúcar que solía coleccionar aquí están. El café lo disfruté y ese tiempo lo viví y sí que lo viví intensamente.

Bueno… aquí termina esta entrada de hoy. Voy a estar por aquí más a menudo, es una promesa de mí para mí.

María Elena Orellana/ Maggy

Pero… bolsitas de azúcar? Probablemente, alguien piense, pero a quien se le ocurre coleccionar bolsitas de azúcar si no las vas a usar? No es para una emergencia, pues yo tomo mis tés y cafés sin  azúcar.

Pues si… esa soy yo, yo colecciono eso… les puedo contar, estas bolsitas llamaron tanto mi atención, tienen conmigo 12 años más o menos que fue la primera vez que visite Surrey, población a una hora de Londres más o menos, mi hermana Lucia vivía allí, y fui a visitarla y pasar unas vacaciones con mis sobrinos.

Estas bolsitas de azúcar con mensaje que me parecieron tan creativas me las dieron en la cafetería “Puccino’s” allá en Surrey, Inglaterra. “Puccino’s una acogedora cafetería, disfrute de la compañía de mi hermana, los jueguitos de Gaby en su cochecito, caía una pequeña garua y disfrutaba esa acogedora cafetería, la compañía de mi hermana entre sorbo y sorbo de un “Latte” sin azúcar (el azúcar estaba en el bolsillo de mi sobretodo) y uno de los más ricos “scones” que me he comido en mi vida, nos poniamos al dia de las novedades en la vida cotidiana de cada una.

Esto es lo que me traen a la memoria estas “bolsitas de azúcar con mensaje”

Descolado mueble Viejo

Así como lo dice el tango!

Después de una caminata por el parque, una vuelta al lago… exhausta, casi sin aire y sin energía, ( es que este sol de verano pega tan fuerte!) de regreso a casa disfrutando los jardines de mi vecindario, veo unos que tienen unas plantas tan hermosas, jardines tan bien cuidados a los que se nota que les dedican cuidado y tiempo.

Hay otros que la maleza casi cubre la casa y con Alonso, tenemos la broma de ir adivinando al juzgar por los jardines si quien  vive en  esa cas es  dueño o renta. A veces yo tejo historias y digo No aquí vive un dueño, pero sus hijos ya se fueron todos de casa y  es gente mayor que no tiene la energía de cuidar ni podar su jardín.

Otras veces pienso que ha sido una propiedad heredada y que el joven que vive allí, trabaja todo el día y no llega sino hasta la noche y los fines de semana lo que menos  le interesa es cuidar su jardín.

También tejo la historia que el trabajo de jardinería es caro y no puede costearlo.

Hoy tuve la satisfacción de encontrarme con este “jardín”  y lo que vino a mi mente fue la letra de un tango que decía:

“Y mañana cuando seas descolado mueble viejo

Y no tengas esperanzas en tu pobre corazón;

Si precisas una ayuda, si te hace falta un consejo,

Acordate de este amigo que ha de jugarse el pellejo

p'ayudarte en lo que pueda, cuando sea la ocasión.”

Al verlo creo que tuvo su época de gloria, alegró reuniones familiares y fue el centro de atención y la gente se reía y cantaba a su alrededor  en cumpleaños, cenas de Thanksgivig, con olor a “apple pie” y pavo en el horno;  Navidad, de niños felices corriendo y riendo esperando por los regalos de Santa y de los abuelos. Easter, y su alegre recogida de huevos escondidos por el jardín, entre los árboles y flores.

Pero ya eso es pasado, la gente que quedó viviendo allí,  quedó tan sola, ya no hay quien toque el piano y quien de alegría a esta casa.

Solo vive porque está vivo. Y las flores son lo que quedan de un pasado luminoso que intenta regresar cada verano y solo viven en los recuerdos de un viejo solitario.

María Elena Orellana

Maggy

Meter el miedo en el cuerpo

Hola por aquí otra vez yo. Desparecida algún tiempo del blog, no por falta de deseos de escribir, por falta de... voluntad; muchas ideas que poner en orden y cambios que poco a poco iré contando.

También he visitado nuevos lugares y muchas nuevas experiencias que compartir. Por lo pronto me quiero sacar este pensamiento de la cabeza. Lo comparto.

 "Meter el miedo en el cuerpo"

 Cuando escuché esta frase, me resonó tanto, tanto. Pensé… eso es! El cuerpo está  allí, no decide nada, recibe las órdenes que le da la mente.

 A veces, la mayoría de las veces diría yo, la mente no para, ordena y ordena.

 A mi muchas veces me ordena miedo y el cuerpo obedece; reacciona con sensación extraña en el estómago, manos frías, corazón acelerado y así se forma el circulo… se agudiza el oído y escucha lo más mínimo… hasta lo que no ha emitido sonido, se prepara para algo nuevo… inesperado.

 Y es así como” la mente mete el miedo en el cuerpo” imagina cosas que podrían pasar, la mayoría de las veces son cosas que no quisiera que pasen

  

Entonces, llegar al estado ideal, a la unión de mente y cuerpo en armonía, en felicidad no es fácil, pero tampoco imposible; Dicen que hemos venido a ser felices, pues hagámoslo! 

Seamos felices, alimentemos el alma y la mente de pensamientos felices y el cuerpo reaccionará con felicidad.

 Yo me inclino más hacia lo  mal que pueden ir las cosas en lugar de lo bueno que pueden ir las cosas.

 Tarea para mí misma, ser feliz cada día con lo que tengo y con lo que soy!

 Maggy

Maria Elena Orellana

Yo, por aquí otra vez!

 

Deseos de retomar la escritura, ese deseo de descargar mi mente y mi alma, escribir lo que siento y quiero compartir en este mi blog al que he  dejado tirado en un rincón, y en el que pensaba, pero temía acercarme por no tener que contar ni saber cómo decirlo.

Que ha sido de mi vida? Pues… disfrutando lo que tengo, con ganas de cada vez tener menos posesiones materiales y más experiencias vivenciales, viajar más, conocer más lugares y más personas. Intercambiar ideas y aprender del mundo y dar de mí, compartir mi yo.

Ya di el primer paso, esto es un entrenamiento, como cuando da temor tomar el micrófono para hablar en público y solo se balbucea el “probando, probando”

Los quiero y extraño

Maria Elena Orellana

Maggy