Basta con mirar el pomo
para saber que dentro de esta antigua farmacia se produce alquimia, ese tipo de
alquimia que te saca sonrisas y te ilumina el rostro, es meterte en el túnel
del tiempo y maravillarte con lo que sus viejos anaqueles preservan.
Para empezar sus
propietarios son un par de hermanos que aún creen en la palabra de las
personas, entre a esa farmacia por necesidad y curiosidad, siempre la he visto
al pasar, pero no había entrado, coincidió que necesitaba un frasco de “echinacea”.
Al querer pagar me di cuenta que no tenía efectivo y el farmacista muy
amablemente me dijo, llévelo me trae el dinero otro día. Yo no lo podía creer,
al día siguiente regresé a llevarle el dinero y le agradecí su confianza y me dijo
que su hermano le había comentado.
Si me pareció que lo note
un poquito diferente, pero no estaba muy segura. Bueno, era su hermano, son tan
parecidos….
Le dije que me parecía una
farmacia tan linda, y el con una amplia sonrisa que rebosaba orgullo me dijo
que esa farmacia había sido de su abuelo, luego de su padre y allí mismo hacían las mezclas, cuando
se hacían las mezclas en las farmacias que por eso todavía estaba la puerta
interior con las letras RX.
Me señalaba los anaqueles,
que t enian botellas de vidrio café oscuro, eran originales y que incluso
adentro y en el sótano tenían todo original, productos, frascos y mezclas que
usaba su padre, quien aùn vive, tiene
100 años y ocasionalmente va a la farmacia los domingos.
Fue un lindo momento que me
trasladó al pasado, en un sitio donde se producía alquimia!
Maggy
Maria Elena Orellana