Feliz día de los padres,
a todos esos excelentes padres, para quienes la prioridad es su familia y al
llegar a casa cansados después de un intenso día de trabajo tienen mucho amor,
tiempo y energía para entregar a sus hijos.
Feliz día de los padres y que Dios les de recompensa en la satisfacción de ver vuestro legado en sus hijos.
Feliz día de los padres y que Dios les de recompensa en la satisfacción de ver vuestro legado en sus hijos.
Un abrazo, mi hermanos, Salvador
Orellana, Roque Damacela, Bob Sabo Jr., tíos, primos, amigos y cuñados.
Mi padre, en el cielo, pero hoy y siempre lo siento conmigo, pero...
Papi, cuanto te extraño!!!
Mi padre, el mejor del mundo… nos dio amor a manos
llenas, sabios consejos, nos describió el mundo, nos impulsó a expandir nuestro
horizontes, nos daba ánimo y nos hacia reír en el momento preciso, transformaba nuestra “cara
de aguacero” en sonrisas. Nos hizo viajar por el mundo, visitar grandes ciudades, pequeños pueblos, grandes
catedrales e iglesias, conocer la destrucción de una guerra y también de la bondad
humana, conocer de mentes brillantes usadas para el bien y para la destrucción,
de las injusticias y de las decisiones Salomónicas, mi padre era una biblioteca
ambulante, mi padre lo sabía todo… pero no supo enseñarnos a vivir sin él,
aunque trataba de prepáranos, esa partida, es algo para lo que nunca uno está
preparado.
“la vida es una cadena
de hechos, que nos conduce inexorablemente a la muerte, la familia es el eslabón que nos confiere eternidad,
perpetuamos la vida” es una frase en una de las tantas carta que mi padre me escribió
y que para mí son un tesoro. (No ha sido en mi caso, pues no tuve descendencia)
Una de las tantas cartas que conservo de mi padre |
Caminatas al aeropuerto,
subir a la terraza y ver aterrizar y partir los aviones (en aquella época se permitía
eso en el aeropuerto de Guayaquil) enseñarnos a andar en bicicleta, en patines,
consentirnos, dándonos amor, educación, buena mesa, buen cuidado médico,
trabajando muy duro para ello.
El respeto a uno mismo,
el respeto a los demás, a la vida, a la libertad, el valor de la palabra, de
una mirada sincera, de hablar siempre la verdad, la honestidad y llevar siempre
la frente en alto.
Al amor y respeto a
nuestros hermanos por ser mayores y por ser menores, la competencia limpia, la
sonrisa sincera.
Apreciar la buena música
y el silencio, las estrellas en una noche despejada, el mar, el trinar de
las aves.
Nos enseñó a tomarle
amor a los libros, a un buen tinto recién pasado, un pan recién horneado, un
rico cebiche de camarones hecho por él, un queso añejado, un delicioso sándwich
con 3 langostinos a la plancha, una pierna de cordero bien horneada y siempre
un postre, helados o duraznos en almíbar.
Y cuando dejamos el
nido, él decía, no te pongas triste, estamos solo a una llamada de teléfono de
distancia, siempre dándome ánimo y sacándome una sonrisa.
Te amo y te extraño
Papi, como me gustaría que estuvieses aquí y pudieses ver a tus nietos… (mis sobrinos) que
feliz que serias… tienen tanto de ti.
María Elena
Maggy