Hoy es el ultimo día del año 2020, el año de la pandemia, todo el mundo se puso al revés todo se cambio, lo establecido se desestabilizo y en casos hasta desapareció, crisis de salud, crisis económica, crisis mundial, crisis de pareja, crisis personal, el mundo en estado crítico.
(Estamos a pocas horas que se termine...termina el año, no la pandemia!)
Yo, antes de la crisis ya tenia mi “círculo social” bastante reducido, ahora con la pandemia, ese círculo se ha reducido mucho más y eso me dio la confirmación de lo que ya sabia, de lo que pretendía no ver; realmente los amigos a quien le importo de verdad, se cuentan con los dedos de una mano.
Y está bien, cada uno debe ser importante en su núcleo familiar, así se terminaron “compromisos por compromiso”
La pandemia puso a cada quien en su sitio, el valor real a cada cosa.
Yo, doy gracias a Dios, infinitas gracias que mi familia, mi círculo, mi sangre está bien, y estamos unidos a pesar de la distancia.
Abro mis ojos y agradezco ese regalo de la vida que cada día viene en un paquete diferente.
Un año que nos ha hecho pensar, sentir, volver a pensar y evaluarlo todo, replantearse la vida y sus cosas importantes y hasta las cosas sin importancia en las que ya no hay que perder el tiempo; el tiempo es oro y que bueno es disfrutarlo con esas pequeñas cosas que si son tan importantes para alimentar el espíritu y aligerar la carga.
Cada vez disfruto más el bosque, la naturaleza, el aire libre, mirar las nubes y el mar.
Deseo que este año que comienza, sea de salud, alegrías y coherencia para todos, siendo coherentes, el corazón, la mente y el cuerpo van en la misma dirección.
Feliz año nuevo, familia y amigos de mi corazón
2021 el año de la Esperanza.
Maria Elena Orellana - Elenita